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Año jubilar 2025. "Peregrinos de esperanza"
 

 

 


Evangelio
 

san Lucas (5,1-11):

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor
 
Comentario del Evangelio

San John Henry Newman (1801-1890)

teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra

Sermón: “La providencia de Dios en el pensamiento y en la vida” PPS vol. 3, n°9

“Te llama por tu nombre”

Dios te mira, quien quiera que fueras. Dios te llama por tu nombre. Te ve y te comprende, él que te hizo. Todo lo que hay en ti le es conocido; todos tus sentimientos y tus pensamientos, tus inclinaciones, tus gustos, tu fuerza y tu debilidad. Te ve en los días de alegría y en los tiempos de pena. Se interesa por todas tus angustias y tus recuerdos, todos tus ímpetus y los desánimos de tu espíritu. Dios te abraza y te sostiene; te levanta o te deja descansar en el suelo. Contempla tu rostro cuando lloras y cuando ríes, en la salud y en la enfermedad. Mira tus manos y tus pies, escucha tu voz, el latido de tu corazón y hasta tu aliento... Eres un ser humano rescatado y santificado, su hijo adoptivo; te hizo el don de una parte de la gloria y la bendición que emanan eternamente del Padre sobre el Hijo único. Has sido escogido para ser suyo... ¿Qué es el hombre, que somos, que soy, para que el Hijo de Dios tuviera por mí una preocupación tan grande? ¿Quién soy para que me... ascendiera a la naturaleza de un ángel, transformando la sustancia original de mi alma, me hubiera rehecho - yo que soy un pecador desde mi juventud - y para que hiciera de mi corazón su morada, de mí su templo?

 Leer el comentario del Evangelio todos los días de la semana  aquí

Salmo del Domingo.¡Cuando acudi a ti, me escuchaste, por eso te doy gracias de todo corazón! (Salmo 138)

R/. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.

V/. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

V/. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R/.

V/. Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

Reflexión