| CIENCIA Y RELIGIÓN Coincidiendo con la próxima visita del Papa al Reino Unido entre los días 16 y 18 de septiembre, y no es casualidad, estamos asistiendo a una nueva campaña de "apostolado ateo". En todos los periódicos se aireó esta semana la gran noticia:"Stephen Hawking descarta la existencia de Dios para explicar el origen del Universo". En realidad, el tufillo que desprende huele más bien a una operación de marketing previa a la venta de su libro, “The grand design”, porque su contenido no añade nada que no sean meras especulaciones, dichas, eso si, por un gran científico que se basa en hipótesis, que no es capaz de demostrar. En honor a la verdad, ni siquiera existe base alguna para afirmar que Hawking es ateo, aunque los ateos se hayan aprovechado de él en esta ocasión. En noviembre del año pasado asistió a un congreso en la Ciudad del Vaticano, organizado por la Iglesia, para debatir sobre las relaciones entre la fe y la ciencia y allí afirmó simplemente que no era religioso en el sentido normal de la palabra. En nuestro catecismo, compendio de toda la doctrina católica, se dice lo siguiente: "A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero". Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nuca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son. En el contexto que nos ocupa, hay coincidencia entre el rabino jefe religioso de Inglaterra, Jonathan Sacks, y el arzobispo de Westminster y primado de la Iglesia católica de Inglaterra y Gales, Vincent Nichols, al señalar que "la ciencia trata de explicar y la religión, de interpretar. "La ciencia desarticula las cosas para ver cómo funcionan. La religión las junta para ver qué significan. | |