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Nuestros feligreses opinan

 

YO QUIERO LO MEJOR PARA MIS NIETOS

Ante la disyuntiva que muchos padres se pueden hacer de si apuntar a sus hijos a la clase de Religión en la escuela, yo, abuelo que soy, quiero lo mejor para mis nietos y por eso me gusta que les transmitan, en las clases de religión católica, valores y actitudes que les van a ayudar en su vida personal:

  • Que hay un Ser  que es creador de todo lo que existe, que les ama y les dará fortaleza y paz,  en los momentos difíciles de la vida.
  • Que no deben hacer daño a nadie, ni de pensamiento  ni de palabra ni de obra.
  • Que han de respetar, obedecer, amar y ayudar a sus padres, hermanos, abuelos,  amigos, etc.
  • Que han de respetar a sus profesores, monitores, educadores, etc.
  • Que no han de insultar, ofender, humillar, odiar, o hacer daño a nadie
  • Que no han de quitar nada a nadie.
  • Que no deben mentir, calumniar o engañar a nadie
  • Que es mejor perdonar y reconciliarse con el que les ofende que guardar rencor y  esperar la ocasión para vengarse.
  • Que es más sano, inteligente y ético, sujetar las pasiones,  que dar rienda suelta a todas las apetencias placenteras del cuerpo.
  • Que hay que devolver bien por mal.
  • Que han de orar y confiar en un Dios personal, que nadie ha visto y que nadie puede probar que existe, y que además “permite todas las calamidades que ocurren día a día en este planeta”.
  • Que ese Dios les pide ayudar a los pobres, a los enfermos y necesitados, cuando aquí cada uno va a lo suyo.
  • Que  ese Dios le enseña a  querer a los demás como se quiere a sí mismo, siendo bondadoso, generoso, solidario…
  • Que han de ser humildes, apartándose del orgullo, la soberbia y la vanidad.
  • Que han de vencer la pereza con el esfuerzo y la constancia
  • Que no han de envidiar nada de nadie y saber vivir felices con lo que tienen.
  • Que han de ser agradecidos y generosos, y saber dar y compartir.
  • Que han de aprender a moderar sus caprichos consumistas acordándose de  aquellos que viven en la miseria absoluta.
  • Que les conviene aplicarse al estudio, y aceptar el orden y la disciplina porque así se prepararán mejor para ser una persona de provecho.
  • Que han de aprender a juzgar las cosas tal como son, sin prejuicios, ni fobias, ni preferencias, porque  eso le ayudará a ser más libre.
  • Que han de ser tolerantes y comprensivos con las ideas  y creencias de los demás. Etc. etc

El gran peligro de que adoctrinen con estas enseñanzas a mis nietos es que les ayudan  y enseñan a ser hombres libres… que piensan y juzgan con criterio propio,  y eso no puede ser bueno para ellos porque el “colectivo” los tendrá por bichos raros… y  se reirán de ellos.

Algo falla en la presentación del mensaje cristiano a la sociedad cuando tantos teólogos, filósofos, psicólogos católicos,  obispos, curas, monjas, profesores, catequistas, no aciertan a  mostrar la inmensa conveniencia de la educación cristiana  y lo absurdo del debate  “religión  no en la escuela”

Nadie en su sano juicio puede defender  argumentos y posturas en contra de esta enseñanza, que a ningún ser humano puede perjudicar sea cual sea su cultura, su raza o su religión.

Por eso porque yo quiero lo mejor para mis nietos, digo sí a esta enseñanza,  y  apoyo y aplaudo  la decisión de mis hijos de “apuntar a los suyos a las clases de religión”

  José Santos Nalda Albiac

 

 
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