Los Jóvenes consagrados, un reto para el mundo Ese es el lema elegido para la jornada de este año y se sitúa en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud, en cuya preparación está la parroquia comprometida, que se celebrará en agosto en Roma, presidida por el Papa con el lema "Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe". Los dos lemas están muy relacionados. La vida consagrada surgida entre los jóvenes, vivida con alegría y generosidad, puede ser levadura que haga fermentar y que ayude a infiltrar a Dios en medio de la sociedad. El dos de febrero es un día para agradecer a Dios el don de su llamada al seguimiento de Jesús sin condiciones y para pedirle que suscite vocaciones en todas las formas de vida consagrada. La CRUZ de los jóvenes y el ICONO de la Virgen, en el Templo de Santa María
La Cruz que Juan Pablo II entregó a los jóvenes en 1984 y el Icono que les regaló en 2003 llegaron a Zaragoza el jueves, día 16 y a nuestra vicaría tres días más tarde. El día 19 Diciembre se celebró una Eucaristía en la Parroquia San Valero a las 12:30, a cuyo efecto sallimos de la parroquia del Rosario a las 11: 45. Todos los jóvenes estaban invitados a participar en la tarde del día 19 de diciembre, en Santa María, a las 20:00, en un acto de adoración de la Cruz, y la juventud zaragozana acudió generosa a la llamada y llenó el.templo. ¡Gloria a Dios!. El acto resultó una maravilla, en la que se sucedieron los cantos, oraciones, testimonios y adoración y es de encomiar la labor de organización y el trabajo de los voluntarios y del ministerio de música. El acto finalizó con la adoración a la cruz, besandola con unción todos los asistentes. El icono de la Virgen y el Niño que se puede ver al fondo de la fotografía es precioso. La peregrinación de estos dos símbolos por toda la geografía española, como pórtico de la Jornada Mundial de la Juventud, constituye una estupenda iniciativa pastoral llamada a dar frutos abundantes en el corazón de los jóvenes de nuestro país. La verdad es que ha sido muy bien acogida y se está preparando con todo entusiasmo e interés. Con motivo de la visita de la Cruz y del Icono, la comisión diocesana organizadora editó, en forma de cuaderno, un material catequético que habla a los jóvenes “del amor más grande jamás visto”, en palabras del Sr. Arzobispo y les ayuda en su “peregrinación interior y exterior”. Como conclusión de la Carta que Monseñor Ureña dirigió a los jóvenes, invitándoles a participar en los actos organizados, les decía “Sólo me queda invitaros a que “miréis el árbol de la Cruz, en donde estuvo clavada la salvación del mundo”; y a que, tras el cruce de miradas, “vengáis a adorarlo”.
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