REVISIÓN DE LOS OBJETIVOS PASTORALES DEL CURSO

El pasado lunes, día 2 de junio, tuvimos en la Parroquia la Revisión del curso que realizamos en el Encuentro de Grupos. Como sabéis, el Encuentro de Grupos es la Asamblea de todos los grupos de la Parroquia que revisan y valoran el trabajo realizado durante el curso que está finalizando.

Disfrutamos de una nutrida participación de unas 50 personas, representando a la práctica totalidad de los grupos parroquiales. Tras la Oración, motivada este año sobre el Agua, como no puede ser de otro modo, y su uso responsable, comenzó el trabajo, a partir de la Revisión presentada por el Consejo Pastoral.

Hubo reunión por grupos en torno a los objetivos generales del curso, que coinciden con los del Proyecto Pastoral diocesano. Repasamos los medios que habíamos planteado en la programación de fin de Curso, y reconocimos los aciertos y avances, las lagunas y descuidos y, en todo caso, el trabajo realizado con tan buena intención.

Se presentaron sugerencias y pistas de acción para la próxima reunión de Programación del siguiente Curso, que no sé si tiene ya la fecha puesta. Tras la reunión en grupos de trabajo, se recogió todo en una puesta en común en asamblea, y se evidenció el ambiente de participación e implicación que tenemos en la Parroquia. Por supuesto, las líneas de trabajo futuro que se abrieron fueron muchas y exigentes, sabiendo que no acabamos de llegar a algunos de los retos planteados (jóvenes, mayor acogida, atención a los alejados, mayor servicio a los inmigrantes,...). En todo caso, el encuentro de Grupos sirvió para expresar el protagonismo de todos nosotros en la marcha de la Parroquia, para bien y para no tan bien, y para constatar la necesidad de más implicación, de más compromiso, y de más entrega al trabajo y al servicio de todos en los diversos ámbitos de la pastoral parroquial. Así que a los que podáis leer esta noticia, que sepáis que os necesitamos y que os esperamos. Tenemos mucho que hacer.

No pudimos más que acabar celebrando el don de Dios de un año de trabajo común y de entrega de tantas personas que formamos la parroquia. Tomamos una magnífica cena compartida con los productos que cada uno llevó y nos fuimos concienciados de que el Reino nos pide más entusiasmo, más fe y más ejemplo de vida cristiana comprometida. Creo que todos nos adherimos a tan deseado manifiesto. Gracias a todos los que habéis participado y quedamos emplazados para el comienzo de un curso nuevo.